El avance de internet ha propiciado la proliferación de nuevos tipos de crímenes: los delitos cibernéticos. Te contamos qué son y la importancia de combatirlos.
Desde estafas en línea para el robo de la identidad, como el phishing y el fraude financiero, hasta delitos más graves como el hackeo completo de sistemas críticos, la distribución de malware o ransomware o, incluso, las agresiones a público infantil, los tipos de crímenes cibernéticos se han vuelto cada vez más sofisticados con el avance de la tecnología.
Los ciberdelincuentes operan a nivel global, traspasando fronteras y, con ello, marcos legales, en un escenario -además- en el que el crecimiento exponencial de dispositivos interconectados mediante el Internet de las Cosas (IoT) hace que se amplíe la superficie de ataque. Veremos, por tanto, a qué retos se enfrenta la ciberseguridad y qué necesitamos para proteger el espacio digital.
Qué tipos de delitos cibernéticos existen
Para saber a qué tipo de retos nos enfrentamos hoy en día en materia de ciberseguridad, se vuelve fundamental conocer algunos de los delitos cibernéticos más comunes:
- Delitos de acceso no autorizado: intrusiones en sistemas informáticos, robo de contraseñas y acceso a información sensible.
- Fraude y estafas en línea: phishing, fraude de tarjetas de crédito, estafas de inversión en línea, venta de productos o servicios falsificados, etc.
- Delitos de sabotaje y daños: destrucción de sistemas informáticos, como ataques de denegación de servicio (DDoS), malware destructivo y ataques a infraestructuras críticas.
- Delitos relacionados con la propiedad intelectual: piratería de software, violación de derechos de autor, falsificación de marcas registradas o robo de secretos comerciales, entre muchos otros.
- Ciberacoso y ciberbullying: hostigamiento, intimidación o difamación a personas, a través de medios digitales (como las redes sociales, los mensajes de texto o los correos electrónicos).
- Pornografía infantil: producción, distribución y posesión de material pornográfico que involucra a menores de edad.
- Delitos financieros y de identidad: robo de información personal para cometer fraude financiero (secuestro de cuentas bancarias y fraude con tarjetas de crédito, por ejemplo).
- Terrorismo cibernético: la tecnología se emplea para promover el terrorismo, reclutar seguidores, coordinar ataques o difundir propaganda extremista.
El reto de asegurar los dispositivos conectados de IoT
El Internet de las Cosas (IoT) continúa su crecimiento exponencial, interconectando un número cada vez mayor de dispositivos. Pero esta expansión no está exenta de problemas de seguridad. Muy al contrario, la diversidad y ubicuidad de los dispositivos de IoT los convierte en un blanco habitual de los ciberataques. Y, el hecho de que estén conectados entre sí, hace más viable un ciberataque generalizado.
Así, mejorar la seguridad de IoT es uno de los desafíos en la lucha contra el crimen cibernético en la actualidad. La autenticación sólida, el cifrado y la segmentación de redes son algunos de los sistemas que las organizaciones ya están poniendo en práctica como primera estrategia de blindaje.
La importancia de integrar la ciberseguridad en la estrategia empresarial
A día de hoy, la ciberseguridad ya no puede ser considerada como un aspecto separado de la estrategia empresarial, sino que cada vez se hace más evidente por qué la seguridad cibernética debe ser parte integrante de todas las áreas de actividad de una empresa, desde la gestión de riesgos hasta la innovación tecnológica. Algo acuciante para todo tipo de organizaciones, pero más -si cabe- para aquellas que realizan su actividad en sectores como la energía -con la construcción de infraestructuras críticas, como las centrales eléctricas-, el transporte o la atención médica, donde un delito cibernético exitoso podría afectar al instante la vida de millones de personas.
La lucha efectiva contra el crimen cibernético pasa por la colaboración del ecosistema empresarial, con la concienciación pública y la inversión en las tecnologías de protección adecuadas. De este modo, erradicar los delitos cibernéticos se vuelve una tarea multifacética que requiere combinar el esfuerzo legislativo con respuestas defensivas innovadoras y grandes dosis de cooperación global.
Los expertos en ciberseguridad deben ser, por tanto, profesionales con conocimientos transversales, capaces de enfrentar de manera conjunta estos desafíos. En NUC University somos muy conscientes de esta necesidad y, para formar a los profesionales del futuro que sean capaces de implementar soluciones integrales de seguridad, hemos creado nuestro Bachillerato en Tecnología de Información con Concentración en Seguridad de la Información.
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